Entrenar como corresponsal de guerra en un videojuego

BBC Mundo
Cuando el joven periodista Tony Maniaty fue enviado a cubrir la guerra civil de 1975 en Timor Oriental, estaba más preocupado por impresionar a sus jefes que por recibir el entrenamiento necesario para trabajar en un entorno hostil.

Hoy en día, 35 años después, Maniaty observa el mismo entusiasmo -mezclado con inexperiencia- en la generación de corresponsales extranjeros a la que enseña en la Universidad de Tecnología de Sidney, en Australia.

"Todos están ansiosos por viajar", dice.

Sin embargo, el profesor cuestiona si sus alumnos poseen el entrenamiento suficiente para saber qué hacer en situaciones de guerra.

"Saben cómo utilizar una cámara y un computador portátil... saben, básicamente, lo que un periodista debe hacer para ganarse la vida trabajando dentro de un edificio. Recientemente un par de estudiantes terminaron mi curso de postgrado y se fueron a África y Sri Lanka, sin ningún tipo de preparación práctica".

Por eso, después de ver a sus dos hijos jugar Far Cry 2, a Maniatu se le ocurrió una idea: utilizar un juego de video para preparar a los periodistas novatos que viajan a zonas de guerra.

"Hay un momento en el que los personajes llegan a un puesto de control", explica. "Muchas veces los periodistas deben saber desenvolverse en situaciones como esa, en las que la única manera de seguir es a través de la negociación".

Novedad

"Se me ocurrió reemplazar el arma de fuego por una cámara de vídeo, pero pensé que de seguro eso ya se habría hecho antes. Reaccioné con asombro al descubrir que no era así".

El próximo paso de Tony Maniaty fue asociarse con el cineasta Robert Connolly y el diseñador de juegos Morgan Jaffit, para producir un prototipo de prueba.

Gracias al financiamiento de los gobiernos de Australia y del estado de Nueva Gales del Sur -de unos US$235.000- se creó "Warco".

El título del videojuego se refiere al apodo que se les otorgaba a los corresponsales que cubrieron la Segunda Guerra Mundial.

Ahora el equipo está buscando fondos para desarrollar una segunda versión del juego.

La versión comercial estaría dirigida a jugadores que busquen un nuevo reto. La variante sería para los estudiantes de periodismo, corresponsales independientes y todos aquellos que no puedan pagar el alto costo de los cursos de formación de entornos hostiles, que se ofrece al personal de las importantes cadenas de noticias.

El juego de ficción, que se sitúa en un supuesto país africano llamado Benouja, sumerge a los periodistas en los peligros de las zonas de guerra y los enfrenta a francotiradores, artefactos explosivos improvisados, emboscadas, secuestros, enfermedades y multitudes hostiles.

Peligros reales

A diferencia de los videojuegos, los peligros que enfrentan los periodistas que trabajan en zonas de guerra son muy reales.

De acuerdo al Comité de Protección de Periodistas, desde 1992, casi 900 personas que trabajan en la industria de los medios de comunicación han sido asesinadas en el cumplimiento de sus labores.

Por ello, para algunos, la idea de utilizar un videojuego para entrenar a los periodistas podría acarrear otros problemas.

"Mi preocupación es que se deshumanice la zona de guerra", señala Allan Little, uno de los corresponsales extranjeros más experimentados de la BBC.

"En las zonas de guerra no sólo hay que lidiar con situaciones, sino con individuos, con seres humanos".

"La clave para entender una guerra es conocer a quienes están viviendo en ella. No hay ninguna persona en este juego. Por eso, no me gusta que se le compare con una guerra en la vida real".

"Creo que la similitud debe ser manejada con precaución", dijo Little.

Objetivos legítimos

A James Rodgers, profesor de Periodismo Internacional en la London Metropolitan University y excorresponsal extranjero, también le inquieta la posibilidad de utilizar un juego para entrenar a sus estudiantes.

"Cuando enseño periodismo de conflicto, quiero que mis alumnos presten atención a la gran cantidad de víctimas", explica Rodgers.

"Durante los últimos 20 años, desde la guerra de Bosnia, los periodistas se han convertido en objetivos legítimos... mucho más que antes. Ya no son merecedores de una protección especial".

"Creo que este juego sí muestra algunos de los peligros que pueden encontrarse en las zona de guerra. Sin embargo, me preocupa que al mismo tiempo les otorgue glamour".

"Este juego podría ser un instrumento útil de capacitación para una generación que se siente muy a gusto con los videojuegos, pero se debe evitar idealizar la profesión, porque a los periodistas realmente los matan".

A pesar de las reservas expresadas por algunas personas en la industria de las noticias, Tony Maniaty insiste en que la respuesta hasta ahora ha sido muy positiva.

"Algunas personas han dicho que esto es cosa de niños o incluso se han preguntado por qué los periodistas deben usar un videojuego para entrenarse, sin saber que en los últimos 10 o 15 años, eso es precisamente lo que el ejército y la policía han estado haciendo".

"Los cirujanos se entrenan para realizar sus operaciones con juegos de video, mientras que los juegos interactivos son utilizados para tratar a soldados que sufren de trastorno de estrés postraumático. Se trata de una práctica muy común. Creo que los medios de comunicación son el último lugar en los que no han sido introducidos como concepto", dice Maniaty.

"Yo nunca diría que este juego debería reemplazar al entrenamiento adecuado, pero si podemos salvar las vidas de algunos periodistas, valdrá la pena".

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