Investigadores buscan evitar tumultos y reacciones de pánico
DW-World.de: Deutsche Welle
El comportamiento de masas de seres humanos es a menudo irracional y peligroso. Investigadores buscan evitar con simulaciones matemáticas tumultos y reacciones de pánico.
Los investigadores de temas relacionados con movilidad y transporte estudian desde hace varios años el fenómeno del peatón. Los seres humanos que circulan a pie muestran un comportamiento mucho más complejo que los conductores de automóvil. La aparición espontánea de atascos en autopistas con mucho tráfico se puede explicar ahora muy fácilmente: un sólo conductor distraído que frena bruscamente es suficiente para desatar una reacción en cadena.
Los peatones son, en comparación, mucho más difíciles de modelar. “Tienen más grados de libertad de movimiento", dice Stefan Bornholdt, físico de la Universidad de Bremen. Los seres humanos no caminan por carriles o senderos fijos. Se quedan quietos de repente, cambian espontáneamente de dirección, y tratan de evitar las multitudes.
Miles de peregrinos visitan La Meca en Arabia Saudita. Los modelos matemáticos buscan evitar tumultos peligrosos.
Peatones como moléculas de gas
La búsqueda de salidas en medio de una situación de pánico puede ser analizada con modelos matemáticos.
Los peatones no se comportan todos igual
Pero no siempre las moléculas de estudio son iguales entre sí, como demostró el experimento en Berlín. En un espacio mayor, el peatón puede decidir también evadir la multitud hacia la derecha o hacia la izquierda, quedarse parado o volver. Este comportamiento individual no tiene nada que ver con sucesos en callejones. En este punto son necesarios otros modelos.
"El comportamiento de una sola persona puede ser descrito por probabilidades", explica Kai Nagel, investigador de transporte de la TU de Berlín. "Con 30 % de probabilidad el peatón gira a la derecha, con un 40 %, a la izquierda, y el resto sigue derecho". Con un celular automático, una aparato que se utiliza para modelar espacios dinámicos, los científicos pueden simular este tipo de comportamiento. Una zona peatonal se convierte entonces en una superficie finamente cuadriculada, en la que cada persona se mueve de una casilla a otra. Por retícula sólo se permite un individuo.
"Estamos buscando un modelo híbrido de ambos enfoques", dice el investigador de la Universidad Tecnológica de Berlín, Hartmut Schwandt. Los experimentos llevados a cabo por su grupo de científicos ayudarán a encontrar modelos mezclados. La combinación de las corrientes físicas, así como de los factores psicológicos y sociológicos establece una simulación difícil, pero al mismo tiempo emocionante.
De caos al orden espontáneo
Los científicos entienden muy bien el fenómeno de las personas en situaciones particulares. "En los últimos años ha quedado claro que los peatones no sólo caminan de forma caótica, sino que espontáneamente surge un orden de ese caos”, dice Dirk Helbing de la Universidad Técnica de Zurich.
Casos extremos
En los lugares de peregrinación en Arabia Saudita, la policía utiliza ahora el conocimiento de los investigadores de movilidad, entre otros de Alemania y Suecia. Las multitudes son vigiladas por medio de cámaras. Una vez que el software detecta el inicio de una turbulencia peligrosa, enciende la alarma, y así pueden intervenir las fuerzas de seguridad.