Científicos logran secuenciar genoma del piojo

Un equipo internacional de científicos logró secuenciar el genoma del piojo del cuerpo humano.

Piojo visto bajo el microscopio

El piojo del cuerpo evolucionó del piojo de la cabeza.

El avance, afirman los científicos, podría potencialmente conducir a mejores métodos para el control del parásito.

El piojo del cuerpo humano (Pediculus humanus humanus) se alimenta de la sangre de su huésped y es vector de patógenos causantes de varias enfermedades, como el tifus.

Los investigadores -miembros de un consorcio internacional de varias instituciones- lograron también secuenciar el genoma del microbio que vive dentro del cuerpo del piojo, la bacteria Riesia.

Tal como informan en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) (Actas de la Academia Nacional de Ciencias) el genoma del piojo del cuerpo humano es el más pequeño que se conoce de un insecto.

El Pediculus humanus humanus ha acompañado al ser humano durante millones de años y parece surgir de la nada principalmente durante épocas de declives económicos, guerras y otras crisis similares que conducen a que la gente viva en condiciones insalubres.

Dependiente

Este patógeno está cercanamente vinculado al piojo de la cabeza, el Pediculus humanus capitis, que también se alimenta de la sangre de su huésped, pero éste no propaga enfermedades ni vive en la ropa como el piojo del cuerpo.

Estudios previos revelaron que el piojo del cuerpo evolucionó del piojo del cabello.

Piojo

El piojo depende totalmente del ser humano para sobrevivir.

Tal como explica el profesor Barry Pittendrigh, quien coordinó la investigación en la Universidad de Illinois, en Urbana-Champaign, Estados Unidos, el pequeño genoma del piojo del cuerpo probablemente refleja el hábitat tan protegido en el que vive.

"La ecología del piojo es muy, muy simple. Puede vivir en tu cabello o en tu ropa y se alimenta de una sola cosa: sangre", afirma el investigador.

"Así que la mayoría de los genes que son responsables de percibir o responder al medio ambiente son extremadamente reducidos", agrega.

Los científicos encontraron, por ejemplo, que debido a estos genes reducidos el piojo tiene muchos menos receptores del gusto o el olfato que otros insectos.

Y también descubrieron que tienen el número más pequeño que se ha visto en un insecto de enzimas antitóxicas, lo cual podría explicar su resistencia a los insecticidas y a otros tipos de defensas químicas.

Tal como explica el profesor Pittendrigh, el piojo del cuerpo depende totalmente del ser humano para su supervivencia. Si se le separa de su huésped durante mucho tiempo, muere.

De la misma forma, depende también de la bacteria Riesia que vive dentro de él. La investigación reveló que este microbio carece de genes responsables de la resistencia a antibióticos.

Los científicos creen que estas características genéticas únicas del piojo, como su limitada capacidad para oler, ayudarán a encontrar nuevos insecticidas o métodos de control para eliminarlos.

En la secuenciación del genoma del piojo participaron investigadores de 28 instituciones de EE.UU., Europa, Australia y Corea del Sur.

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