Los Drones para uso comercial y el riesgo de violar la privacidad


Los drones -aviones no tripulados a control remoto- han sido utilizados por las fuerzas armadas y servicios de inteligencia de Estados Unidos no solo en operativos de reconocimiento sino en polémicos ataques contra blancos humanos de supuestos terroristas en varios lugares del Medio Oriente y Asia.

Estas naves están transformando la manera en que Washington realiza sus guerras y misiones militares en aras de la seguridad nacional. Pero el avance de la tecnología ha abierto la posibilidad a que se usen en incontables aplicaciones en el ámbito civil.

Algunas agencias del orden y otras instituciones públicas y privadas ya están utilizando los aparatos voladores sobre territorio estadounidense y miles más están invirtiendo y desarrollando la tecnología, llevándola a niveles sorprendentes de agilidad, control, miniaturización y capacidad.

La innovadora industria tiene a muchos entusiasmados pero grupos defensores de los derechos civiles advierten de un cielo invadido por "drones", entrometiéndose en nuestras vidas, si el gobierno central no aplica regulaciones muy bien medidas para la tenencia y uso de los mismos.

Desarrollo acelerado

Hasta hace poco, los drones eran de uso exclusivo en las guerras y el ámbito militar. Parte central de la estrategia de defensa del presidente Barack Obama es reducir la presencia de tropas estadounidenses en los escenarios de conflicto armado y sustituirlos por operativos realizados por lo que la industria llama vehículos aéreos no tripulados (UAV, por sus siglas en inglés).

Dichos operativos incluyen la eliminación de individuos con bombas teledirigidas desde un UAV aún cuando estos no estén activamente efectuando una acción bélica pero son considerados una amenaza potencial a la seguridad nacional. Es lo que la Casa Blanca y el Pentágono llaman "ataque preventivo".

El desarrollo acelerado ha hecho a estos aparatos más pequeños, más silenciosos, de vuelo más ágil y complejo, con cámaras increíblemente potentes y, en el caso militar, más letales.

"La tecnología ha sido perfeccionada a un punto tal que su uso se puede ampliar al área civil y al mercado privado con muchas aplicaciones", dijo Gretchen West, vicepresidente ejecutiva de la Asociación Internacional de Sistemas de Vehículos No Tripulados (AUVSI, por sus siglas en inglés).

En primer lugar, la vigilancia de la frontera entre EE.UU. y México está asistida desde el aire por drones con cámaras que intentan detectar el cruce de indocumentados y el tráfico de drogas. Pero otras agencias estatales de policía y seguridad pública han empezado a solicitar autorización para su uso.

Gretchen West explica que las aplicaciones pueden ir desde perseguir a un sospechoso criminal en fuga hasta buscar a una persona extraviada en un bosque o monitorear el tráfico vehicular. En cuanto a la perspectiva comercial, los AUV pueden servir en la agricultura para fumigar, en la industria petrolera para inspeccionar oleoductos y plataformas marinas.

La industria inmobiliaria también se beneficiaría, ofreciendo imágenes detalladas de propiedades en lugares remotos, como también los medios de comunicación en su reportajes y en la cobertura de eventos deportivos.

La Agencia Aeroespacial de EE.UU., NASA, utiliza los drones para volar al ojo de huracanes y ampliar sus conocimientos en meteorología y varias universidades también están viendo las ventajas de los UAV.

"Es una industria creciente con más de 2.400 empresas en todo el mundo invirtiendo en su desarrollo, eso sin incluir los que están trabajando en los sistemas afines", expresó a BBC Mundo la ejecutiva de AUVSI.

Regulación

Sin embargo, hay quienes ven con preocupación la rápida expansión de la tecnología aunque pueda haber casos en el que su uso sea razonable, eficiente y humano.

Michael Boyle, profesor de Ciencia Política de la Universidad La Salle, en Filadelfia, Pennsylvania, considera justificable el uso de drones en casos criminales. "Lo que se dio en Los Ángeles recientemente, con el expolicía francotirador, se podría utilizar para encontrar un sospechoso".

Pero el profesor Boyle señaló que esos aparatos están siendo adquiridos por organizaciones privadas y no hay mucha legislación para controlarlo.

"Una cosa es que las agencias de gobierno usen los drones con propósitos legítimos con algún tipo de supervisión adecuada. Otra es que organizaciones empiecen a recopliar información de manera que puedan violar nuestros derechos", manifestó a la BBC.

La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA, por sus siglas en inglés) es la autoridad que regula la venta y uso de todo vehículo aéreo y esa jurisdicción debería extenderse a los drones y UAV en territorio estadounidense, continuó el académico.

"El problema es que la estructura legal no está lista. No ha alcanzado a la tecnología que crece aceleradamente mientras que las leyes no", dijo Boyle.

Para la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés), esa falta de regulación clara y detallada plantea problemas de privacidad formidables.

Catherine Crump, abogada del proyecto de expresión, privacidad y tecnología de la ACLU, sostiene que su organización no se opone a los UAV pero sí a que el espacio aéreo esté lleno de aparatos no regulados, de uso público y privado- que puedan violar la privacidad del ciudadano indebidamente.

"A muy poca gente le gustaría vivir en un mundo donde cualquier persona pueda volar un dron hasta su ventana y mirar hacia adentro", alegó.

La FAA fue ordenada por el Congreso hace unos meses para que integrara las reglas del uso de drones dentro del espacio aéreo comercial para 2015. La ACLU ha enviado sugerencias para limitar el uso por parte de las agencias del orden para que solo sea con el propósito específico de encontrar evidencia de algún crimen. También quieren que esos organismos hagan público el hecho que cuentan con drones y que el ciudadano no está siendo indebidamente vigilado.

"Enjambre de drones"

En algunas ciudades, como Seattle en el estado de Washington, las autoridades locales anunciaron que prohibirán el uso de los pequeños aparatos voladores con cámaras que la policía usa, después de que los residentes protestaron.

Pero Gretchen West de AUVSI manifestó que en EE.UU. ya hay una enmienda constitucional que protege al individuo y que la industria de los UAV no puede ser una víctima de un debate sobre privacidad ni de unas regulaciones que la limiten sin sentido.

"Ya hay cámaras en las calles y naves tripuladas que vuelan por encima de las casas registrando la actividad en tierra", respondió. "Sí debería haber una conversación al respecto pero no destacar a los drones como el problema".

West agregó que la industria cinematográfica ha sido muy sensacionalista con la industria de los vehículos aéreos no tripulados y no ve un futuro enjambre de drones invadiendo el cielo.

No obstante, la tecnología ha avanzado dramáticamente. Hace dos años la Universidad de Pennsylvania desarrolló para una agencia de Defensa de EE.UU. un aparato volador del tamaño y figura de un colibrí, que puede imitar su vuelo y tiene una cámara incorporada que puede registra actividad en espacios reducidos.

Las cosas no terminan allí. Ahora se están diseñando drones del tamaño de insectos. "La innovación se está viendo en muy pequeñas naves, tanto en tamaño como peso y en términos de su capacidad de vuelo y registro visual", escribió a BBC Mundo John Villasenor, profesor de Ingeniería Eléctrica de la Universidad de California, Los Ángeles.

"El asunto real son las cámaras que cargan que puden alcanzar objetivos y niveles de detalle nunca antes conocidos", sostuvo Catherine Crump de la ACLU.

"La ACLU teme que los drones serán tan preponderantes que cada vez que los estadounidenses salgan de sus casas no podrán estar seguros si están siendo vigilados o no".

La abogada indicó que hay agencias de policía que antes no se podían dar el lujo de tener un helicóptero pero ahora podrían tener un dron. Aunque el uso privado de un UAV está prohibido, cualquier persona puede comprar uno en internet por unos cientos de dólares.

"La mayoría de EE.UU. es un país suburbano y rural, donde no hay cámaras, pero esta tecnología amenaza con volver todo el territorio como Nueva York", concluyó.

Fuente: [BBC Mundo]


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